La noche del 31 de octubre al 1 de noviembre ha mantenido, a lo largo de la historia, una relación con la transición a una estación más oscura y la conexión del mundo de los vivos y los muertos. Por eso, hoy os traemos una recopilación de leyendas y fenómenos fantásticos originarios del continente africano, que han perdurado hasta el día de hoy. Historias que, seguro, amenizarán la velada de una noche dedicada a la celebración más pagana de esta festividad, ya sea entre los más ingenuos como los más incrédulos…
El árbol carnívoro de Madagascar
Se sabe que en África los árboles grandes contienen espíritus y no todos son iguales… Hablamos de un árbol suficientemente grande para tragarse, literalmente, a personas y animales enteros. En el año 1881 un explorador alemán afirmó haber presenciado junto con la tribu Mkodo un terrible y enorme árbol atrapando y devorando a una persona. Aunque se desconoce la existencia de una planta semejante, el árbol carnívoro de Madagascar siguió en el imaginario de algunas comunidades que afirmaban poder escuchar a la persona despedirse con una canción…
Esta historia pertenece a la tribu de los Kamba: un hombre muy muy pobre pidió ayuda al brujo “Ivonya-ngia”. Este le ofreció ganado, ovejas y cabras pero el hombre no quería caridad, quería el secreto para hacerse rico. Así que Ivonya-ngia le entregó un ungüento y le dijo que aplicara un poco en colmillo de su mujer. Así lo hizo él y con el tiempo, el colmillo creció y era de marfil puro. No obstante, ella no se lo dejó arrancar, y con el tiempo ella se fue transformando y sus colmillos crecieron tanto que se convirtió en elefante.
Es una de las religiones oficiales de Benín. Los vudú, en la lengua local ewe, son los espíritus que gobiernan toda la naturaleza, también los clanes y las personas individualmente. Incluso los muertos dentro de la familia siguen también viviendo con los vivos y entre los vivos, a los cuales se les puede pedir ayuda y colaboración. Cada año, en enero, las comunidades vudú de África occidental se reúnen en Ouidah, Benín, para celebrar sus creencias, realizar rituales, danzas y conferencias. Lo hacen en la playa de La porte du Non Retour, donde antiguamente zarpaban los barcos que se llevaban a los esclavos a otras tierras, lo que hizo que el vudú se extendiese por el Caribe, Brasil y la Luisiana de Estados Unidos.
Las huellas de los dioses
Han sido todo un misterio durante años y años: se trata de decenas de miles de círculos de entre 2 y 12m de diámetro dentro de los cuales no crece la hierba, aparecen y desaparecen aleatoriamente y con regularidad. Para los Himba, son las huellas de los dioses que habitan la tierra. Otra versión habla de dragones subterráneos que destruyen con su aliento dejan círculos desprovistos de vida. Recientemente se publicó el estudio científico que explica las causas de este fenómeno pero lo dejamos para otro día…