Fotografía y texto: Jesus Amunarriz.
Es Chimanuka, el gran macho dominante de Kahuzi Biega. Un espalda plateada descomunal, de más de doscientos kilogramos de peso, cuya mirada –supongo- se pierde entre las hojas del bosque primario donde habita; en medio de un Congo devastado por la guerra.
Nos gusta hablar de las miradas de los grandes simios; vemos en sus ojos la antigua luz de nuestro ancestro común y queremos reflejarnos en ellos como si fueran los ojos de un hermano casi olvidado; el recuerdo de lo que fuimos.
Esa es una idea general: Nos emociona hablar de los primates, de nuestro tronco común y de nuestra cercanía inmensa.
Algunos hablan de pura genética: El genoma humano y el genoma de los chimpancés o el de los gorilas. Nuevos estudios del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona revelan que una parte del genoma de los humanos está más cerca del gorila que del chimpancé. Y aunque nos da un poco igual, siempre nos vemos reflejados en algunos de los gestos de esos primates y, sobre todo, en lo que entendemos que es una mirada inteligente, profundamente humana. ……….O casi humana.
Buscamos su cercanía, y por eso tal vez buscamos su alma. El Proyecto Gran Simio parte de una idea: pretende otorgar a estos animales parte de los derechos básicos que sólo gozan los seres humanos: La Vida, la Libertad Individual o, incluso, la prohibición de la Tortura.
El Proyecto no pretende que se les considere como humanos, claro; pero sí como homínidos. Son lo que nosotros fuimos o pudimos ser. Nuestro camino fue distinto, y si ahora somos el resultado de la evolución y desarrollo natural de Herectus, Neandertales o Cromagnones, debemos concluir que, de seguir existiendo, a estos les reconoceríamos sus derechos.
Somos simios antropoides; y el resto de grandes simios antropoides están viajando junto a nosotros en el camino de la evolución.
El filósofo Peter Singer lo ve así. Integra en nuestra familia al resto de grandes simios: chimpancés, bonobos, gorilas, orangutanes ……y seres humanos.
El concepto de “persona” no nace y muere en el hombre. La noción de persona desde hace unos años, para este filósofo y para unos cuantos más, va más allá: se adentra en otras especies; especies que no sólo tienen una vida biológica, sino una biografía; sujetos autoconscientes, inteligentes, pensantes…En un hermoso estudio, Peter Singer y la Investigadora Paula Casal, presidenta en España del Proyecto Gran Simio, titulan uno de sus capítulos “GRANDES SIMIOS, PEQUEÑAS PERSONAS”. Nos integran en la misma familia y género que los chimpancés y los bonobos ( Homo troglodytes y Homo paniscus); y nos recuerdan también la capacidad de lenguaje y comunicación mediante el lenguaje de sordomudos de la famosa gorila Koko, en Estados Unidos.
Los chimpancés también recuerdan. Recuerdan sucesos de su infancia y también recuerdan personas a las que no han visto durante veinte años. Además, planifican, cazan y construyen herramientas. Las “personas antropomorfas” tienen autoconciencia, capacidad de hablar, de actuar, de aprender, de expresar sentimientos, deseos y preferencias. También captan el sentido del pasado y del futuro.
Y eso nos debe llevar, indefectiblemente, a hablar de los derechos humanos y de los derechos de las personas; o más bien de los derechos de las personas no humanas.
Todo esto es Filosofía, o Antropología. También es Primatología, Ciencia y Derecho. Se conjuga además con la Política, la moral natural y con los buenos deseos. Yo sí creo que debemos un respeto a los que caminan a nuestro lado. En algún momento, un cruce de caminos nos llevó por senderos diferentes; y ahora, nosotros, los homínidos con reloj, dinero y armas, estamos destruyendo el suyo, sin darles ninguna oportunidad. No pueden salir de su camino: es lento y ha de llevarles a donde la Naturaleza decida que ha de llevarles; y, como siempre, nos metemos en medio. Nosotros sabemos a dónde nos ha llevado. Somos, dicen, el quinto gran simio, pero nuestra forma de actuar es ajena a los postulados filosóficos y morales que defiende el Proyecto Gran Simio.
Tal vez hablemos, seamos capaces de construir las herramientas más sofisticadas y planifiquemos bien nuestros intereses. Somos inteligentes y, por supuesto, tenemos una enorme sed por aprender. Pero nos falla nuestra capacidad para recordar. Hemos olvidado quienes fuimos y con quien compartimos hace mucho tiempo la rama de una acacia en Africa, antes de saltar a la hierba y apoyarnos sólo sobre nuestros pies.
Chimanuka es el gran líder de una familia de treinta y seis gorilas. Los protege con su fuerza y también con su mirada autoritaria. A él también lo protegen homínidos buenos y valientes. Hace apenas dos meses, en el mediodía del 31 de marzo de este año, el ranger Oscar Myaziro Byamungu murió en una emboscada en Tshivanga, una de las carreteras de acceso al Parque. Defendía de la muerte a Chimanuka y al resto de los gorilas de llanura oriental de este Parque escondido en la selva tropical de la República Democrática del Congo.
Los volcanes extintos: Kahuzi y Biega, fueron una vez más testigos del horror. Y sigue pasando: hace apenas unos días un gorila – de una familia habituada al contacto – fue asesinado en Dzanga-Sangha, esta vez en la República Centroafricana.
Algunas personas, más concretamente los hombres, matamos a todo lo que está alrededor nuestro: A otros hombres, a otras personas con más pelo, o a otros animales que porten cuernos, colmillos o piel. También mataríamos a nuestros hermanos Neandertales y Cromagnones si siguiesen a nuestro lado. El Proyecto Gran Simio es muy interesante; es una invitación a la reflexión, y así debe ser entendido. Tal vez ayude no sólo a comprender, sino también a proteger a nuestros compañeros de viaje; al menos busca mecanismos para avanzar en ello. Tal vez ayude … Aunque existen muchos lugares que están muy alejados de la reflexión, de la inteligencia y de la moral más básica.
Chimanuka mira a su bosque y a su familia. Me gusta su mirada profunda y su porte; realmente está protegiendo lo suyo: con orgullo y con bravura. Ahora me gustaría saber si realmente él quiere parecerse a nosotros.
Jesús Amunarriz es colaborador Kananga, abogado de profesión y viajero de corazón, es un apasionado del continente africano. Puedes seguir su fotografía y escritos a través de su página de Facebook: