Segunda parte: ¿ Como actúa el mundo para mantener el sistema colonial?
Para las potencias europeas, la manera de seguir manteniendo el sistema colonial era el envío de militares, algo que no aprobaban las opiniones públicas de los países. Tampoco era factible económicamente convertir a las colonias en parte del territorio nacional. Por lo tanto, la concesión de la independencia fue la única opción razonable.
En el caso de Francia, se acordó en 1944 que las colonias se irían convirtiendo en entidades autónomas, cuyos habitantes nativos podrían votar en las elecciones francesas, aunque eligiendo un número desproporcionadamente bajo de diputados. En general, solamente se producirá una resistencia de las potencias coloniales cuando se den dos circunstancias: la primera, el liderazgo de las luchas anticoloniales por parte de movimientos susceptibles de aliarse con la Unión Soviética. La segunda, la importancia de colonos europeos que se resistirán a una independencia que los llevará a perder su posición privilegiada; como en Rodesia del Sur, donde la población blanca instauró un régimen racista.
En el caso del Congo Belga, la independencia también se logrará pacíficamente con un gobierno de centro izquierda encabezado por Lumumba. Pero pronto, en la región minera de Katanga se dio una secesión, apoyada por Occidente. Lumumba solicitó la ayuda soviética, lo que propició un golpe de Estado organizado por Estados Unidos, que desembocó en su asesinato y en la llegada al poder Mobutu; el que se convirtió en el prototipo de dictador corrupto y tiránico.
Por su lado, Portugal decidió mantener sus colonias al principio. Entre los factores que propiciaron esta opción, teníamos un gran número de colonos de izquierdas, cosa que no podía ser tolerado por la dictadura de Portugal. Aparte, no tenía las mismas facilidades económicas que Francia o Gran Bretaña. Tras una serie de guerras coloniales, que no terminaron hasta el triunfo de la Revolución de los Claveles en 1974, el nuevo gobierno portugués, conformado por militares de izquierdas, concedió la independencia a las colonias.
Sin embargo, a continuación, Angola y Mozambique se vieron inmersos en un conflicto mucho más grave que el anterior. En ambos países tomó el poder el movimiento prosoviético, y ambos se enfrentaron a nacionalistas de derechas, apoyados por Sudáfrica, empezando una guerra civil.
Sudáfrica invadió Angola. Al mismo tiempo, en Namibia se desarrolla una guerra entre los ocupantes sudafricanos y una organización independentista de izquierdas. A ello se añade el conflicto que se está dando en Zimbabwe entre el régimen racista y los movimientos insurgentes.
África Austral estaba entonces sumergida en una cadena de guerras interconectadas, muy relacionadas con la Guerra Fría. De este modo, Sudáfrica mantenía ocupada Namibia, tenía invadida una parte de Angola y apoyaba al régimen racista de Rodesia y a los rebeldes mozambiqueños.
En esa misma época la lucha antirracista en Sudáfrica va alcanzado también su cenit. En el un movimiento interracial participan europeos, indios y negroafricanos, aspira a la construcción de una sociedad plural e interracial, ya que en el caso sudafricano sería utópico abogar por la expulsión de la población blanca. La lucha contra el apartheid durará varias décadas. El régimen sudafricano sobrevive por los países occidentales, que lo consideran un dique de contención frente a los nacionalistas africanos de izquierdas, pero uno de los factores que conducen a la quiebra del sistema es la inadaptación de éste a una economía desarrollada.
En 1979, el régimen racista de Rodesia tuvo que negociar con las guerrillas africanas; finalmente se instauró un régimen democrático, encabezado por Robert Mugabe, pero se garantizó la integridad de las propiedades de los blancos.
En 1988 tras una derrota a las tropas sudafricanas, Namibia pudo acceder a la independencia.
En 1991 tras la disolución de la Unión Soviética, los gobiernos prosoviéticos de Angola, Mozambique, Zimbabwe y Namibia, se declararon favorables a la economía de mercado. También Sudáfrica, lo que desmanteló el apartheid, y convirtió el país en una democracia, aunque con inmensas desigualdades económicas. Así, África Austral pasa a integrarse plenamente en el sistema global capitalista.
Por otro lado, en la actual Libia a mediados del siglo XIX, se instaló en el este del país, el místico sufí argelino Mohamed As-Sanussi. Al Sanussi y sus seguidores acabaron conformando en un auténtico estado teocrático, que prosperó mediante el comercio caravanero, en gran medida esclavista.
En 1911 se produjo la ocupación militar italiana, con un carácter moderado. A partir de 1923, Mussolini impuso un régimen colonial mucho más severo, lo que desencadenó una guerra entre la población, que se prolongó hasta 1931. Durante la Segunda Guerra Mundial el país fue ocupado por los británicos, y cuando en 1951 Libia accedió a la independencia, lo hizo como una Monarquía bajo el liderazgo del líder de los Sanussi.
El nuevo estado independiente era enormemente pobre y conservador. A finales de los años cincuenta se descubrió petróleo y el país se enriqueció a marchas forzadas; surgió una nueva clase media, formada por funcionarios y militares de orígenes muy humildes, y que se encontraba totalmente excluida del proceso de decisiones políticas.
Todo ello desembocó en el golpe de Estado de 1969, que llevó al poder a Muamar El Gadafi. Éste se adhería al nacionalismo árabe de izquierdas liderado por Nasser en Egipto, se estableció un régimen de partido único y se adoptó una política de nacionalizaciones y de distribución de la renta. Hubo también una renegociación ventajosa con las petroleras extranjeras.
Todos estos éxitos, unidos su carisma personal, brindaron una gran popularidad internacional al régimen libio, el cual, una vez fallecido Nasser en 1970, trató de convertirse en el nuevo líder del nacionalismo árabe de izquierdas. Sin embargo, Libia seguía siendo un país con un nivel de desarrollo muy bajo, por eso el país se inclinó progresivamente hacia el África Negra, en donde, por sus recursos petroleros, podía tener más influencia política.
Entonces, el régimen libio se convirtió en una Yamahiriya, teóricamente gobernado por organismos autogestionarios y participativos, que eran dirigidos por los comités revolucionarios, integrados por partidarios del régimen. Así, el partido único era reemplazado por una estructura más laxa, pero dirigida personalmente por Gadafi.
En el plano exterior, tuvo una política desafiante hacia el mundo occidental. Su apoyo a movimientos terroristas provocó un bombardeo por parte de EE UUU; lo que a su vez causó el atentando de Lockerbie en 1988 contra un avión de pasajeros británicos, lo que condujo a un bloqueo internacional contra el régimen libio, que no concluyó hasta 2003. En 2011 el régimen cayó por una sublevación de parte de la población y una intervención exterior.
Por otro lado, en el Chad, en la época precolonial existieron en el norte una serie de emiratos musulmanes, que tenían entre sus fuentes de recurso la trata de esclavos, capturados al sur.
Durante la colonización, los norteños musulmanes minimizaron sus contactos con los franceses. Los sureños tuvieron una actitud más abierta, por lo que, tras la independencia, su mayor presencia dentro del aparato estatal les permitió imponerse sobre los norteños.
La rivalidad entre norteños y sureños desembocó en una rebelión de los primeros, que triunfó en 1979, gracias al apoyo libio.
En los ochenta, estalló una guerra civil con Libia apoyando a un bando, y Francia a otro. Finalmente, Libia fue derrotada en 1988, tuvo que renunciar a sus anexiones territoriales. Hisenne Habré instaló un régimen dictatorial muy represivo hasta 1990 cuando fue derrocado por Idris Déby, que sigue en el poder hasta la actualidad.